Tarea 4. Reflexión sobre las patentes
Las patentes son un arma de doble filo, por un lado protege al descubridor, al investigador, al creador, pero a la vez limita el acceso a la sociedad a un recurso. Es obvio que si un inventor ve que sus invenciones serán adueñadas por cualquiera que lo desee sin recibir a cambio ninguna compensación, muchos abandonarían la profesión. Esto hace que la existencia de patente motive la innovación garantizando que el esfuerzo de los descubridores será recompensado. El problema surge cuanto este descubrimiento, este bien, es privado de la sociedad, poniendo barreras a su aprovechamiento en detrimento del bien común.
En la actualidad muchas compañías no sólo son celosas con la protección de sus descubrimientos si no que debido al nuevo enfoque del mercado ya no sólo lo ven como un interés del cuál otra compañía podría sacar beneficio a través del ahorro de gastos de i+d, si no que ven a las patentes como sacos de dinero con el símbolo del dólar los cuales deben de ser protegidos a cualquier coste, independientemente de que la compañía les vaya a dar o no alguna aplicación, pues su objetivo no es ya innovar si no producir el máximo beneficio en el menor tiempo posible, siendo las patentes sencillamente activos financieros. Hay numerables casos en la industria tecnológica de avances que están encerrados en un cajón bajo llave por compañías que no tienen interés en darles un uso y que encima no tienen planeado darles ningún uso hasta el fin de la patente. Y eso sin tener en cuenta las patentes absurdas que buscan patentar cosas ambiguas o abstractas o que incluso habían sido creadas pero no tenían patente y se adueñaron de ellas, como la acción del doble click por parte de Microsoft.
Este interés por el control de las patentes en el mundo de los avances tecnológicos ha llegado al punto de salpicar el Proyecto Genoma Humano. Y es que contraposición a la iniciativa pública que buscaba descubrir los enigmas codificados en nuestro genoma para beneficio de la sociedad, las iniciativas privadas, destacando Celera Genomics, fundada por el biólogo Craig Venter, tenían como objetivo ser las primeras en obtener dicha secuencia para así poder registrarlo y adueñarse de él para poder comercializarlo a la industria farmacéutica. Por suerte se impuso la razón y legalmente se declaró la imposibilidad de patentar el genoma humano, lo que llevó a que al final acabarán colaborando con el proyecto pública. Cabe destacar que en su afán de ser los primeros en obtenerla, el método de secuenciación empleado para ahorrar tiempo dejaba muchas secuencias de ADN del genoma sin secuenciar, ya que consideraban que el ADN que no codificaba genes no tiene valor, pero hoy se sabe que una secuencia de ADN no tiene que tener un gen asignado para desempeñar un rol; además de incorporar a sus propias bases de datos todos los avances que publicaba la iniciativa pública.
Como conclusión de esto, es importante que haya un balance entre los derechos del inventor y el beneficio de la sociedad, no podemos permitir que una patente encierre un descubrimiento importante en el puño de uno persona u organización, pero tampoco que el inventor se vea forzado a vender su descubrimiento para poder realizarlo o avanzar en este, como fue el caso de investigadores contratados por Thomas Edison, a los cuales él robó la titularidad de sus descubrimientos. Un ejemplo similar lo podemos ver con Elon Musk y cómo mucha gente piensa que él creó PayPal. Es por ello que debería de garantizarse que cuando se concede una patente, esta esté comprometida a darle un aprovechamiento por parte del solicitante o que permita su acceso a otros grupos, y que, en caso de que precise financiación para llevarla a cabo, pueda llevarla a cabo a través de un proyecto público que se respete su autoría, para evitar el trasbase de conocimiento a los bolsillos más pudientes. En resumidas cuentas, el dinero y ciencia son un mala combinación.
https://www.teknoplof.com/2015/01/15/el-doble-clic-otra-historia-de-robos-y-patentes/
https://elpais.com/diario/2000/04/08/sociedad/955144801_850215.html
Como bien dices, "es importante que haya un balance entre los derechos del inventor y el beneficio de la sociedad", lástima que sea tan difícil de conseguir...
ResponderEliminarComentario para la tarea: Considero que se ha explicado de una manera convincente y efectiva mostrando ejemplos que representan la situación. Sin embargo, echo de menos una propuesta de mejora o posibles soluciones. No obstante, considero muy acertada la opinión de encontrar un punto medio entre derechos y beneficios de la sociedad.
ResponderEliminarSuper interesante tu reflexión y poner ejemplos de como muchas veces la investigación no está liderada por el bien común, sino por intereses ocultos que muchas veces esconden grandes cifras de dinero.
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